La alternativa para mantener tu jardín hermoso y el césped verde y saludable, es utilizar un sistema de riego. Además de ahorrar tiempo, te permitirá reducir el consumo de agua.

Prueba con el sistema de riego por aspersión. Funciona a través de una red de tuberías que transportan el agua hasta los aspersores, desde los cuales saldrá como si fueran gotas de lluvia.

El riego se distribuye de forma uniforme y llega a los rincones más profundos del terreno, de tal modo que lo cubre en su totalidad. No habrá partes encharcadas y otras secas. Las plantas del jardín recibirán la cantidad de agua que necesitan.

Las boquillas o el rociador, pueden alcanzar de 2.4 a 5.1 metros. Cuentan con un mecanismo que gira 180 grados para repartir el flujo de agua equitativamente.

Tu sistema de riego para jardín puede ser de operación manual o programada. En la primera, tienes el control del aparato, tú abres y cierras las llaves para llevar a cabo el riego. En el segundo caso, debes elegir los días y horas de inicio y fin, la salida del agua quedará automatizada.

Un sistema de riego se ocupa en casa, pero también en camellones, parques, áreas residenciales o comerciales.