Si quieres sembrar semilla de pasto, es importante que elijas el tipo de semilla ideal para el ambiente en el que cultivarás. Aquí te compartimos más información.
Asegúrate de contar con las herramientas y materiales necesarios:
Excava, quita todos los escombros y cualquier madera, rocas o raíces grandes. Utiliza una pala y un rastrillo para jardín para suavizar la tierra.
Si tu presupuesto te lo permite, puedes agregar materia orgánica, como una capa de 1" de composta, turba de musgo sphagnum o abono de estiércol seco en descomposición.
Excava o labra la tierra para aflojarla y emparéjala otra vez con el rastrillo de jardín.
Calcula el espacio que vas a sembrar. Para áreas pequeñas, menores de 45 metros cuadrados, puedes esparcir las semillas a mano. En áreas más grandes puedes utilizar un esparcidor difusor o de caída para obtener una cobertura uniforme.
Divide las semillas en dos partes iguales. Siembra la primera parte a lo largo del área en filas, luego siembra la segunda parte en filas en el ángulo derecho respecto a la primera fila hasta que hayas cuadriculado toda el área.
Cubre ligeramente con paja después de sembrar, así mantendrás la humedad en la tierra. Utiliza una capa de ¼" de cualquier cantidad de materiales, incluyendo composta fina, abono de estiércol seco, mantillo, paja o incluso una capa delgada de aserrín.
Ahora ya puedes regar. Utiliza un aspersor suave o un rociador manual en la posición de llovizna ligera para evitar deslavar la tierra y las semillas. Moja la tierra hasta una profundidad de 6" inmediatamente después de sembrar. Es importante nunca dejar secar las semillas, pues esto impide la germinación.
Toma un mínimo de siete días para que la semilla germine y un poco más para los céspedes de temporada cálida (hasta 30 días para los pastos Bermuda y Zoysia). Cuando el césped sea visible, riégalo ligeramente con un aspersor entre tres y cuatro veces al día hasta que tenga una altura de aproximadamente ½".