En esta ocasión te daremos algunos consejos sobre cómo elegir un lavavajillas para que puedas tomar la decisión más conveniente.
Existen lavavajillas integrables o de libre instalación. Los integrables son aquellos que van unidos al inmobiliario de la cocina, por lo que permiten aprovechar al máximo el espacio. Usualmente, se colocan cerca del lavaplatos manual y tienen una tapa que se abre hacia afuera (como los hornos) para meter y sacar los utensilios fácilmente. En cuanto a los de libre instalación, estos se pueden colocar en cualquier zona de la cocina que cuente con una toma de agua y una corriente eléctrica.
Para elegir el tipo de lavavajillas y la capacidad de lavado es importante considerar tanto los metros cuadrados disponibles como el número de integrantes en la familia. Para aquellos hogares donde hay de 4 a 6 personas, lo recomendable es elegir modelos con capacidad para 10, 12 o hasta 14 servicios, los cuales llegan a medir alrededor de 60 cm o más. Si en casa solo vive una pareja, los lavavajillas de entre 8 y 9 servicios son una alternativa, llegando a medir entre 45 y 55 cm. No obstante, también hay versiones minis, con capacidad para 4 a 6 servicios, perfectos para una persona soltera.
Otro punto que considerar es el mecanismo de lavado. En el mercado existen lavavajillas con triturador de comida o con sistema de filtración, que entregan beneficios específicos según las necesidades de cada hogar.
En sí, ambos permiten controlar los residuos de manera eficaz para que estos no contaminen el proceso de lavado, sin embargo, la principal ventaja del triturador de alimentos es que reduce la cantidad de basura orgánica que se genera, favoreciendo el mantenimiento del electrodoméstico y el cuidado del medio ambiente. Además, lo anterior ayuda a prevenir la aparición de malos olores, hongos, entre otros agentes contaminantes, capaces de intervenir en la correcta limpieza de los artículos.
Al informarse para saber cómo elegir un lavavajillas, se debe considerar que de la misma forma que otros electrodomésticos, los lavavajillas vienen clasificados por su nivel de eficiencia energética. Actualmente, la mayoría de estos aparatos tienen la etiqueta A (de mayor eficiencia), alcanzando hasta 4 clases (A, A+, A++, A+++). Lo recomendable es elegir aquellas que tengan la última marca, ya que nos entregarán un mayor ahorro de energía y agua. De hecho, tan solo frente al lavado manual, los lavavajillas reducen el gasto de agua de forma importante en cada lavada.
Al igual que las lavadoras, los lavavajillas constantemente incorporan nuevas tecnologías para garantizar un lavado eficiente. Por ello, es importante revisar qué tipo de funciones y programas nos ofrece cada modelo. La mayoría incluyen duración del ciclo de lavado, trabajo ligero o intenso, diferentes temperaturas de agua, limpieza rápida (30 min aprox.), prelavado e incluso hay algunos que vienen con función especial para lavado de copas de cristal. Es recomendable que permitan el lavado con agua fría y que integren un sistema de secado con zeolitas (tecnología que transforma la humedad en calor para dejar un acabado mucho más limpio y brillante), con el propósito de garantizar un menor consumo de recursos.
Ahora que sabemos cómo funciona el triturador de alimentos y el sistema de filtración de un lavavajillas, no queda más que analizar el resto de las cualidades que ofrecen los diferentes modelos.