Los vinilos decorativos son una forma sencilla, rápida, además de económica de decorar tus espacios y añadirles originalidad. Colócalos tú mismo, sólo sigue estos pasos.
Asegúrate de contar con las herramientas y materiales necesarios:
Antes de comenzar a aplicar el vinil, es importante que planees el diseño. Recorta las figuras y adhiérelas a la pared con cinta adhesiva para ver cómo quedaría el diseño final. Recuerda que la superficie en la que aplicarás el vinil ya sea en paredes, vidrios, espejos, azulejos, maderas o metales debe ser lisa, estar limpia y seca.
Después de recortar las figuras, despega una esquina de la hoja blanca de base. Asegúrate que todas las partes de la figura queden pegadas al transfer (hoja traslúcida) y ninguna a la hoja blanca.
Con ayuda del escurridor, comienza a pegar el vinil a la pared junto con el transfer y a la vez continúa despegando la hoja blanca de base. Ya que todo el vinil esté adherido a la pared, vuelve a pasar el escurridor encima para fijarlo muy bien.
Despega el transfer, de preferencia con las manos en la pared para ir bajando el transfer lo más paralelo posible al muro. Si quedan burbujas, deshazlas pinchándolas varias veces con una aguja y vuelve a pasar encima el escurridor.
Después de realizar todos los pasos anteriores, pasa aire caliente con una secadora de pelo y ve presionando el gráfico con una esponja para que tome la textura de la pared y listo acabas de aplicar vinil decorativo.